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18 may 2010
Los peligros de mezclar bebida energética y alcohol
Sol, vacaciones, amigos, discotecas, diversión, elementos que se escuchan día a día durante el periodo estival. Los jóvenes prolongan sus actividades, disminuyendo sus horas de sueño y muchos recurren a las denominadas bebidas energéticas para estar recuperados al día siguiente o continuar con el "carrete".
Sin embargo, un consumo en exceso o la mezcla con alcohol pueden provocarle al joven más de algún problema.
"Las bebidas energéticas son bebidas analcohólicas, generalmente gasificadas, compuestas básicamente por cafeína e hidratos de carbono, azúcares diversos de distinta velocidad de absorción, más otros ingredientes, como aminoácidos, vitaminas, minerales, extractos vegetales, acompañados de aditivos acidulantes, conservantes, saborizantes y colorantes", explica Pamela Cámpora, Doctor en Toxicología y docente de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello.
"Se las puede clasificar como un alimento funcional, ya que han sido diseñadas para proporcionar un beneficio específico, el de brindar al consumidor una bebida que le ofrezca vitalidad cuando, por propia decisión o necesidad, debe actuar ante esfuerzos extras, físicos o mentales", agrega.
Cafeína y alcohol
Las bebidas energéticas no tienen por qué estar siempre ligadas al tema del "mixer" o mezcla con alcohol, ya que estos hábitos son siempre de responsabilidad individual de los consumidores.
"Siempre se debe considerar la cantidad de cafeína de los productos que se consumen (café, té, hierbas medicinales, medicamentos, bebidas cola, bebidas energéticas, etc), ya que la combinación de más de uno de estos productos entre sí, podría sobrepasar los niveles de ingesta diaria permitido de cafeína produciendo efectos no deseados y/o tóxicos", dice la químico farmacéutico, recalcando la importancia de leer la rotulación de los productos energéticos dada la diversidad de contenido de cafeína que poseen.
"La asociación de cafeína y alcohol es muy común entre los jóvenes. Esta asociación reduce los efectos depresores del alcohol en el Sistema Nervioso Central, se percibe menos la embriaguez, por lo que se bebe más, lo que explicaría la probabilidad de una intoxicación por alcohol sin los síntomas característicos, debido a que estos se enmascararían", agrega.
Entre los efectos de la cafeína contenida en las bebidas energéticas se pueden mencionar el aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, incremento del flujo sanguíneo hacia los músculos y disminución del flujo sanguíneo hacia la piel y órganos internos, además de promover la liberación de glucosa por parte del hígado.
"Como toda sustancia, la cafeína en altas dosis puede producir síntomas iniciales de intoxicación, es así como entre los 250 mg-750 mg de cafeína, se produce insomnio, nerviosismo, excitación, cara rojiza, aumento de la diuresis y problemas gastrointestinales, sobre los 750 mg se pueden observar ataques de ansiedad, delirios, zumbido de oídos y flashes de luz. Más allá de los 5 gr al día puede producir contracciones musculares involuntarias, desvaríos y arritmia cardiaca", explica la docente de la U. Andrés Bello.
Componentes
Algunos componentes básicos de las bebidas energéticas incluyen cafeína, guaraná, taurina, carbohidratos y vitaminas, entre otras.
La cafeína estimula el Sistema Nervioso Central, induce sensaciones de bienestar y alerta y, además, puede aumentar el rendimiento muscular e incrementar la utilización de los ácidos grasos como fuente de energía, ahorrando glucógeno, principal fuente de energía durante la práctica del deporte. Dada estas características el Comité Olímpico Internacional cataloga la cafeína como sustancia dopante.
El guaraná es una planta cuyo componente esencial es la guaranina, y adicionalmente contiene teofilina y teobromina, todas sustancias de efecto excitante similar al de la cafeína.
La taurina es un aminoácido esencial que abunda en el cuerpo humano, participa en el metabolismo de las grasas facilitando su absorción, transporte y utilización de los ácidos grasos con el fin de obtener energía. Como es sabido el ejercicio intenso y las situaciones de estrés provocan una disminución de los niveles de taurina en el organismo, haciendo necesario el consumo de complementos de este aminoácido para conservar una buena salud.
"La cafeína, así como el alcohol y la taurina aumentan la diuresis, provocando deshidratación y pérdida de sodio. La taurina y el alcohol actúan inhibiendo la liberación de hormona anti-diurética, mientras que la cafeína actúa directamente sobre la filtración glomerular renal. Debido a los diferentes mecanismos de acción que presentan la cafeína, la taurina y el alcohol, sus efectos se potencian aumentando la diuresis y la deshidratación corporal. La deshidratación aguda (hiponatremia) trae como consecuencia, congestión pulmonar, desorientación, confusión, vómitos y calambres musculares, síntomas que pueden derivar en graves complicaciones cardiopulmonares con riesgo de muerte", concluye la Dra. Cámpora.
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