Bilbao. "Nos han dicho que han destrozado los apartamento en venganza porque les habían robado dos veces". Un portavoz de los Mossos d"Esquadra de Tarragona relataba así ayer a DEIA el argumento usado por un grupo de medio centenar de estudiantes vascos al que acusan de haber destrozado el domingo el bloque de apartamentos Bahía Dorada de Salou, donde se encontraban hospedados.
Pasadas las tres de la madrugada, los golpes, gritos y la rotura de cristales desvelaron a los vecinos de la calle Zaragoza de la conocida localidad de la Costa Brava, uno de los destinos estrella para los viajes de estudios de muchos jóvenes. Tanto los inquilinos que a esas horas dormían en los apartamentos como el vecindario no salían de su asombro cuando se asomaron a las ventanas para comprobar el origen de los ruidos y ver cómo una veintena de jóvenes la emprendían a palos, sartenazos y patadas contra todo lo que pillaba a su paso: ventanas, puertas, ascensores, mesas, luces...
durante una hora La venganza, en esta particular hora de furia, les ha salido cara a los regentes de los apartamentos Bahía Dorada, donde el grupo de 54 estudiantes había alquilado 9 apartamentos, a través de la agencia Brisasol.
Pese a que las primeras informaciones apuntaban a que la factura de esta noche loca podía ascender a más de 20.000 euros, desde los Mossos reducen el balance de daños a "menos de la mitad". Este periódico se ha puesto en contacto con la empresa que regenta los apartamentos para conocer su versión, aunque desde Bahía Dorada declinaron hacer cualquier valoración al respecto.
Por el momento, los jóvenes no han sido imputados de ningún delito, si bien una veintena fue identificada por los Mossos que investigan el altercado.
dos robos en 5 días Según la versión que los estudiantes ofrecieron a la Policía catalana, su arranque de vandalismo se debió a que durante su estancia fueron objeto de dos robos en casi todos los apartamentos, uno el miércoles y otro el domingo, que los jóvenes denunciaron.
Al parecer, tras sufrir el primero de los robos, el grupo de jóvenes pidió a la agencia que les había alquilado las habitaciones que les cambiasen las cerraduras, porque en el primero de los robos no había signos de que las puertas hubieran sido forzadas. El segundo de los robos fue, siempre según la versión de los jóvenes, la gota que colmó el vaso y desencadenó su airada reacción al comprobar que su protesta había sido en vano.
Pasadas las tres de la madrugada, los golpes, gritos y la rotura de cristales desvelaron a los vecinos de la calle Zaragoza de la conocida localidad de la Costa Brava, uno de los destinos estrella para los viajes de estudios de muchos jóvenes. Tanto los inquilinos que a esas horas dormían en los apartamentos como el vecindario no salían de su asombro cuando se asomaron a las ventanas para comprobar el origen de los ruidos y ver cómo una veintena de jóvenes la emprendían a palos, sartenazos y patadas contra todo lo que pillaba a su paso: ventanas, puertas, ascensores, mesas, luces...
durante una hora La venganza, en esta particular hora de furia, les ha salido cara a los regentes de los apartamentos Bahía Dorada, donde el grupo de 54 estudiantes había alquilado 9 apartamentos, a través de la agencia Brisasol.
Pese a que las primeras informaciones apuntaban a que la factura de esta noche loca podía ascender a más de 20.000 euros, desde los Mossos reducen el balance de daños a "menos de la mitad". Este periódico se ha puesto en contacto con la empresa que regenta los apartamentos para conocer su versión, aunque desde Bahía Dorada declinaron hacer cualquier valoración al respecto.
Por el momento, los jóvenes no han sido imputados de ningún delito, si bien una veintena fue identificada por los Mossos que investigan el altercado.
dos robos en 5 días Según la versión que los estudiantes ofrecieron a la Policía catalana, su arranque de vandalismo se debió a que durante su estancia fueron objeto de dos robos en casi todos los apartamentos, uno el miércoles y otro el domingo, que los jóvenes denunciaron.
Los Mossos investigan en Bahía Dorada. (Diari de Tarragona) |