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24 may 2010

VOY A SER FELIZ PORQUE ES BUENO PARA LA SALUD

*Aclaración: soy consciente de que al copiaros este libro estoy violando los derechos de autor, pero lo hago porque creo que debería ser una obligación del sistema educativo y del Gobierno enseñar estos conceptos a todas y cada una de las personas. ¿Por qué? Porque todos nacemos con un nivel correcto de autoestima, y es por la sociedad, el entorno... que vamos disminuyéndola poco a poco y viviendo en el malestar en vez de en el bienestar, que es nuestro derecho.
Cómo aumentar la AUTOESTIMA
(Ricardo Ros
Autoestima es la conciencia de ser aptos para la vida y lo que vivir implica.
Autoestima es lo mismo que autoeficacia, la capacidad para pensar y afrontar los desafíos que la vida nos va presentando. Autoestima es lo mismo que autodignidad, la confianza en nuestro derecho a ser felices, el sentimiento de ser dignos, de merecer, de tener derecho a afirmar nuestras necesidades y a gozar del fruto de nuestros esfuerzos.
Autoeficacia y autodignidad. Es decir, poder experimentar que somos competentes para afrontar los desafíos de la vida y tener la conciencia de que somos merecedores de felicidad. Es tener la percepción de nosotros mismos como personas para quienes el logro, el éxito, el respeto, la amistad y el amor son apropiados y consecuencia de nuestra capacidad para resolver todas las situaciones que se nos presentan a lo largo de los años.
Autoestima es el derecho a ser tratado con respeto, a tener mis propios sentimientos y a poder expresarlos libremente, es el derecho a ser escuchado, a expresar mis opiniones. Autoestima es poder tomar decisiones sobre mi vida, es poder pedir lo que quiero y lo que necesito, sabiendo que los demás también tienen el derecho a decir que no. Autoestima es que se acepte la posibilidad de cometer errores y que se me permita aprender de ellos. Autoestima es estar orgulloso de mi propio cuerpo, aceptarlo y cuidarlo. Autoestima es la posibilidad de tener intimidad. Autoestima es responsabilizarme de mis propias decisiones, de mis conductas, de mis pensamientos y sentimientos.
El punto clave para tener autoestima es desarrollar la capacidad de responsabilizarse de los sentimientos, pensamientos, deseos, aptitudes, intereses y conductas propios y respetar los de los demás. En la autoestima influyen creencias y sentimientos aprendidos a lo largo de los años.
La autoestima es un estado mental interno, pero no es un estado rígido e inamovible, lo creamos a través de la experiencia y podemos modificarlo a través de la experiencia. La autoestima se pierde por aprendizaje (ningún bebé nace sin autoestima) y se recupera también por aprendizaje.
Nuestra autoestima repercute en toda nuestra vida, en lo que hacemos y en lo que logramos. Perdemos la autoestima a través de experiencias negativas, críticas recibidas de personas con influencia (padres, profesores, compañeros), como consecuencia de fracasos o como resultado de hábitos de auto desvalorización.
El primer paso para recuperar la autoestima es ser conscientes de que el concepto que tenemos de nosotros mismos no concuerda con la realidad. El segundo paso es tomar la decisión de cambiar. El tercer paso es empezar a actuar. En los próximos boletines seguiremos hablando de estos pasos.
En el mundo actual se valora el hecho de "ser auténtico". Como el tomate enlatado o el zumo de naranja, el ser humano tiene que ser también "auténtico". Decimos "sé tú mismo, no te escondas detrás de una máscara, saca tu verdadero yo", dando a entender que detrás de cada persona hay un ser completamente definido, estático y maduro, el verdadero, el auténtico, y que lo que mostramos a los demás no son mas que caricaturas de nosotros mismos.
Considerar, desde mi punto de vista, que en mi existe una persona perfecta, acabada, completamente madura, real, verdadera, auténtica, es completamente engañoso y falso. Ser persona supone convertirse en persona, hacerse persona, existir en proceso. Es un proceso permanentemente inacabado. Es un proceso dinámico. Hoy no soy la misma persona que ayer. He aprendido de los errores, he descubierto verdaderas joyas en mi interior y en el interior de las personas a las que amo, he sufrido, he gozado, he tenido miedo y he sabido superar dificultades. Soy diferente. Y en cada momento he sido auténtico. Ese soy yo.
Hacerse persona es luchar por adaptarnos a los cambios. Lo estático, lo fijo, lo estable, es muerte. Mi rostro ha cambiado, y han cambiado mis manos y mi voz. No soy el mismo que antes. Pero siempre he sido yo. Y ahora sigo siéndolo.
Buscamos el amor, el ser correspondidos, el ser aceptados. No podemos admitir la indiferencia y hacemos cualquier cosa por ser valorados por los demás. Incluso estamos dispuestos a mentir sobre nosotros mismos con tal de que alguien nos quiera. "Temo decirte quién soy, porque si yo te digo quién soy, puede que no te guste cómo soy, y eso es todo lo que tengo". Estamos dispuestos a ser unos impostores de nosotros mismos con tal de ser aceptados. Fíjate en los adolescentes, son capaces de cualquier cosa, incluso de renunciar a su dignidad, con tal de ser aceptados por su grupo de iguales. Pero incluso cuando nos ponemos máscaras, cuando interpretamos personajes inexistentes o cuando jugamos juegos de poder, seguimos siendo nosotros mismos, los auténticos, los verdaderos. Las máscaras pueden engañar, pero no cambian nuestra identidad.
El problema está en que llegamos a creernos nuestras propias mentiras o las mentiras que algunas personas nos dicen sobre nosotros, y perdemos todo sentido de la identidad y de la integridad. Llega un momento en que nos es difícil distinguir entre lo que realmente somos, dentro de ese proceso de desarrollo continuo, y lo que pretendemos aparentar. Y esa es la base sobre la que perdemos la autoestima.
(Págs 125-128)

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